Hace unos días mientras estaba viendo algunos vblogs en youtube, me topé con una simpática y egidífora mujer (según ella no hace videoblogs sino sketchs). Me gustó lo que vi, me hizo reir y casi me caigo del asiento. Esas tres condiciones hicieron que la siga buscando a través de sus videos en la web.
Se trata de «la sopa», más conocida como Gabriela en su mundo lleno de inglés (casi a la perfección) y de fantasías fuera de lo normal. El problema realmente comenzó cuando la encontré en twitter y traté de llamar su atención:
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